UC - Críticas
| País: USA. Año: 2014. Duración: 106 min. Género: Drama.
Dirección y guion: Damien Chazelle. Producción: Jason Blum, Helen Estabrook, Michel Litvak, David Lancaster. Música: Justin Hurwitz. Fotografía: Sharone Meir. Montaje: Tom Cross. Diseño de producción: Melanie Jones. Vestuario: Lisa Norcia. Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España.
Estreno en España: 16 Enero 2015. Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años. |
Interpretación: Miles Teller (Andrew), J.K. Simmons (Fletcher), Melissa Benoist (Nicole), Paul Reiser (Jim), Austin Stowell (Ryan), Nate Lang (Carl). |
SANGRE, SUDOR Y JAZZ
'Whiplash' es la película independiente de la temporada, aquella que cada año asoma la cabeza más allá de Sundance y su desfile festivalero y llega al gran público e incluso se cuela en la alfombra roja de los Oscars. Muchas veces eso sucede por marketing, porque lo indie es cool o porque tiene que haber una excepción que confirme la regla, pero 'Whiplash' merece los elogios que está recibiendo, ya que es un efectivo y (también) efectista drama que propone un inteligente híbrido entre la superación artística de 'Fama' (Alan Parker, 1980), la obsesión autodestructiva de 'Cisne Negro' (Darren Aronofsky, 2010) y el combate pugilístico de 'Rocky' (John G. Avildsen, 1976), pero utilizando las baquetas de una batería en lugar de los puños como leit motiv épico.
SINOPSIS: Andrew Neiman es un joven y ambicioso baterista de jazz, absolutamente enfocado en alcanzar la cima dentro del elitista conservatorio de música de la Costa Este en el que recibe su formación. Marcado por el fracaso de la carrera literaria de su padre, Andrew alberga sueños de grandeza, ansía convertirse en uno de los grandes. Terence Fletcher, un instructor bien conocido tanto por su talento como por sus aterradores métodos de enseñanza, dirige el mejor conjunto de jazz del conservatorio. Fletcher descubre a Andrew y el baterista aspirante es seleccionado para formar parte del conjunto musical que dirige, cambiando para siempre la vida del joven. La pasión de Andrew por alcanzar la perfección rápidamente se convierte en obsesión, al tiempo que su despiadado profesor continúa empujándolo hasta el umbral de sus habilidades e incluso de su salud mental.
'Whiplash' también nos habla del aprendizaje del joven protagonista (un convincente Miles Teller), en su búsqueda de la transcendencia y la genialidad dentro en el ámbito musical. Claro que muchos verán en ella una apología del individualismo o de la competitividad desmedida que asola nuestro mundo moderno, pero no creo que haya que buscarse esa doble lectura en un film que trata más sobre la decisión personal de conseguir la excelencia. La película está realizada de forma brillante por Damien Chazelle, con un ritmo frenético y un montaje vigoroso para conseguir que incluso los no iniciados o fanáticos en el mundo jazzístico (yo mismo, sin ir más lejos) puedan disfrutarla como si un film de suspense y acción se tratase, cargando de una tensión inaudita cada enfrentamiento a la batería entre los aspirantes para conseguir el favor de su dictatorial profesor, interpretado de forma magistral por el actor J.K. Simmons.
A 'Whiplash' se le puede achacar cierto maniqueísmo en la descripción de sus personajes, llegando en algún caso casi a la caricatura por exceso, pero no creo que en ningún momento el director busque ofrecer un retrato realista si no más bien crear el entorno perfecto para desarrollar un thriller musical que haga palpitar el corazón de los espectadores al ritmo de la música, donde sus secuencias llenas de tensión desembocan en un clímax final que tiene un enorme solo de batería como protagonista, pero donde lo que menos importa es la música. 'Whiplash' es poderosa y avasalladora como pocas obras recientes, cuenta una historia mínima, pero Chazelle se desvela como un autor de narrativa directa e implacable.
